viernes, 29 de julio de 2016

Raúl Gorrín: Los equipos de trabajo engaged motorizan las empresas saludables


(Raúl Gorrín) El trabajo individual, aislado, es algo que casi ya no se acostumbra en las empresas o emprendimientos. La fórmula a la que apuestan las organizaciones es el trabajo realizado en equipo, pues fomenta la creatividad, la competitividad y la innovación.

Para que los equipos de trabajo tengan un buen desempeño hay que hermanar dos aspectos que a simple vista lucen incompatibles, el cuidar la salud ocupacional de los empleados y procurar que hagan su labor al máximo de su rendimiento. Este es un objetivo al que apunta la psicología del trabajo y de las organizaciones. Y es en la gestión de esto que aparece en escena nuevamente el concepto de engagement, al parecer una categoría que llegó para quedarse.

El engagement, no nos cansamos de repetir su definición, es un estado psicológico positivo compartido, de plenitud y relacionado con el trabajo, que se manifiesta mediante comportamientos que son de fácil observación en los miembros de los equipos de trabajo. (Raúl Gorrín)

¿Cuáles son esos comportamientos?
Pues veamos: En primer lugar, un personal con fuerzas para hacerle frente a la jornada laboral de manera activa y enérgica, vigorosa; segundo, trabajadores que se sienten personalmente ligados con lo que hacen, que están apegados a su tarea entusiastamente, es decir con dedicación;  y en tercer lugar, empleados que dispuestos a afrontar un reto que perciben a la altura de sus aspiraciones y de sus habilidades, hay entrega y para ellos el tiempo pasa inadvertidamente mientras realizan su labor, es decir, están absortos en su trabajo.(Raúl Gorrín)

Se ha determinado que con el engagement se experimenta en los equipos de trabajo un estado colectivo mediador entre los recursos sociales de dichos equipos y su desempeño objetivo.

La manifestación del engagement en los equipos de trabajo puede darse por dos vías, una, porque los grupos pueden “contagiarse” de manera positiva cuando comparten con otros que ya experimentan engagement. Aquí la interacción es vital. Se ha establecido que la similitud o disimilitud juega un papel importante para que esto se produzca. Mientras más identificación por género, por edad, años de experiencia, hay una mayor convergencia en su engagement. Hay identificación, pues.

Pero, por ejemplo, es bueno observar que la disimilitud en cuanto a años de experiencia facilita en engagement entre grupos experimentados y grupos menos experimentados, pues estos últimos mediante procesos de socialización buscan aprender de los primeros. 

La segunda vía se da al compartir vivencias y experiencias comunes en los equipos de trabajo. En esto es fundamental el grado de organización que a la vez promueve estrategias que garantizan la salud ocupacional de los equipos. Igualmente mejora su rendimiento y desempeño.


Algunos estudios han determinado que algunas prácticas organizacionales saludables se relacionan positivamente con el engagement con el trabajo en equipos. 

Entre estas prácticas tenemos, la alineación con los objetivos organizacionales, en las que la información, la comunicación organizacional, y las que son promovidas a través de la Responsabilidad Social Empresarial, alinean a los trabajadores en pos de alcanzar un objetivo común. (Raúl Gorrín)

Luego están las prácticas de prevención del estrés, que son aquellas destinadas a prevenir el impacto negativo del estrés en todas sus formas. 

Después están las prácticas de optimización, que se enfocan en las fortalezas de los equipos de trabajo y de las organizaciones en procura de aumentarlas. 

El engagement dentro de los equipos de trabajo es un motor de las organizaciones saludables, pues los trabajadores llevan a cabo sus labores al máximo de su potencial dentro de un ambiente en el que se promueve el esfuerzo colectivo.

Todo esto redunda en un gran objetivo: el incremento de la productividad en organizaciones saludables. (Raúl Gorrín)




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