miércoles, 31 de enero de 2018

Beneficios de tener una empresa socialmente responsable



Lejos de ser una moda, un gesto meramente filantrópico o una estrategia de marketing es preciso que conozcamos en profundidad los beneficios de tener una empresa socialmente responsable.

En primer lugar debemos estar claros en que una empresa que desarrolle uno o varios programas dirigidos a la comunidad no significa necesariamente que sea socialmente responsable, ya que esa condición nace y se vincula con la propia cultura de la organización manifestándose internamente con prácticas empáticas, ecológicas y creativas que se traducen en beneficios para todos.

Por otra parte, ser socialmente responsable va mucho más allá de las obligaciones que impone la ley en el ámbito laboral, tributario, comunitario o ambiental. Supone una ideología y una actitud proactiva y solidaria frente a la comunidad en la cual hacemos extensivo nuestros principios, valores y visión de la sociedad.

No olvidemos que el mundo globalizado y las comunicaciones digitales nos coloca en acucioso y permanente escrutinio público, exigiéndonos cada vez mayor transparencia y coherencia entre los que proclamamos ser y los resultados de nuestras acciones. De ahí que cada vez más aprecien y prefieran las empresas, marcas, productos y servicios que piensan y actúan bajo parámetros que colocan en  primer término su compromiso social.

Visto de esta manera, puedo destacar lo que consideramos los beneficios más importantes de tener una empresa socialmente responsable:

Atraemos consumidores, colaboradores, inversionistas y sectores de la comunidad que aprueban, se benefician o contribuyen con nuestros programas sociales.

Creamos valor y ventaja competitiva frente a otras organizaciones. En nuestro caso, apoyar la excelencia educativa en sectores vulnerables es un reflejo de nuestra visión de país que nos destaca y distingue de los demás grupos económicos.

Fomentamos el compromiso social, compatible con nuestro humanismo empresarial, en nuestros públicos a través de las alianzas, donaciones y voluntariados.

Consolidamos una identidad, una cultura y una filosofía empresarial donde la comunidad tiene tanta importancia como nuestros clientes.

Desde el comienzo de nuestras operaciones, las empresas del Grupo Gorrín han ejecutado satisfactoriamente programas de Compromiso Social Empresarial (CSE) que no son más que nuestro aporte a sectores claves de la población para lograr ese cambio social en términos de justicia, prosperidad y oportunidades para todos, a la vez que compartimos lo mejor de nosotros con este país que nos lo ha dado todo y que ahora nos necesita.



miércoles, 24 de enero de 2018

Características del liderazgo humanista dentro de la organización



Se dice con frecuencia que es más fácil reconocer que definir a un líder. Quizás porque se trata de un proceso que nunca acaba y porque constantemente se enfrenta a retos muy particulares de cada empresa que le exige nuevos atributos y habilidades.

No obstante, el liderazgo humanista posee una serie de características que le son propias a partir de su concepto centrado en el individuo, en el ser humano visto en toda su complejidad: con sus conocimientos y habilidades, su visión de la vida, sus necesidades, retos y aspiraciones, su creatividad y su desarrollo constante.

El liderazgo humanista se aparta de las antiguas concepciones basadas en la jerarquía y dirección por poder para adoptar un perfil mucho más exigente, capaz de “navegar” entornos cada vez más cambiantes y competitivos, así como grupos de trabajo donde se requiere más conexión emocional y entendimiento mutuo que autoridad.

Son muchos los atributos y virtudes que deben estar presentes en este modelo de liderazgo. Sin embargo destacaré aquí sus características fundamentales dentro de la organización:

Humilde y cercano. Está consciente de sus limitaciones y trabaja en equipo obviando las jerarquías.

Capacidad de enseñar y aprender en el quehacer diario. No solo con el ejemplo sino también a través de la interacción con su grupo.

Habilidades para motivar, inspirar y mantener al equipo cohesionado. Ayudarles a descubrir el sentido y valor de su desempeño más allá de la remuneración monetaria.

Proactivo y dispuesto a sobrellevar los cambios. Viéndolo como una excelente oportunidad para avanzar, mejorar y crecer.

En constante crecimiento y enfocado hacia nuevos retos. Como persona, también tiene sus aspiraciones, y trabaja para que, en un momento dado, cualquier otro del equipo pueda sustituirle.


Finalmente, el liderazgo humanista coloca en primer lugar a la persona, y como tal, requiere de mucha comunicación, credibilidad, firmeza y compromiso para que grupo de personas altamente capacitadas y motivadas produzcan bienestar a más personas y a comunidades de personas que se benefician de nuestra acción empresarial.


lunes, 15 de enero de 2018

Ética, responsabilidad y humanismo empresarial



Ahora que las primeras hojas del calendario nos predispone a retomar con renovados ánimos la planificación estratégica para alcanzar la mayor productividad y rentabilidad en nuestros respectivos emprendimientos, quiero destacar una vez más la importancia de la ética empresarial, ese intangible que aporta valor, coherencia  y beneficios para todos.

Es común que durante la planificación se tome en cuenta aspectos fundamentales como el financiamiento, los insumos, los equipos, los recursos humanos y hasta el proceso de marketing y ventas. Sin embargo, suelen dejar de lado la definición y seguimiento de los valores, normas y principios que regirán nuestro comportamiento dentro de la organización y que destaca parte de nuestra esencia y nuestra razón de ser.

Y no es un simple esbozo teórico, sino la declaratoria de lo que defendemos y combatimos, el cómo lo hacemos y el por qué forma parte de nuestra cultura empresarial.

Cuando trasladamos y compartimos esos valores éticos a nuestro comportamiento frente a la comunidad a la cual pertenecemos, estamos hablando entonces de Responsabilidad Social. Un aspecto que denota cierta solvencia y madurez en nuestro quehacer organizacional, y que en nuestro caso optamos por denominarlo Compromiso Social Empresarial, pero que en definitiva procura bienestar a ciertos segmentos de la población en correspondencia con nuestra filosofía y visión de país.

Finalmente, es importante definir cuanto antes el modelo de gerencia que regirá nuestro emprendimiento. En lo personal soy un entusiasta practicante y promotor del Humanismo Empresarial, aquel que se centra en dignificar, y enaltecer a la persona como elemento clave de toda la organización y de la sociedad desde su integridad, impulsándolo a manifestar todo su potencial, y con ello realizarse plenamente.

Gerenciar bajo los preceptos del Humanismo empresarial seguirá siendo el referente de nuestro compromiso ético y social. Es perfectamente compatible con nuestro cuerpo de valores y principios, además de contribuir con la construcción de una sociedad más digna y justa con mayores oportunidades para la felicidad y prosperidad del venezolano.