martes, 19 de julio de 2016

Raúl Gorrín: El trabajador de alto rendimiento: ¿Qué lo caracteriza?


(Raúl Gorrín) El máximo rendimiento de los empleados es una aspiración permanente de todo empresario, emprendedor y uno de los principales objetivos a alcanzar de todo departamento de recursos humanos.

¿Qué características tiene este tipo de trabajador? 
Veamos el perfil que han arrojado diversos estudios y sondeos que sobre la materia se han realizado.

Se trata de unas peculiaridades que los trabajadores de alto rendimiento exhiben independientemente de la profesión o función que ejerzan dentro de las organizaciones. 

En primer lugar tenemos que decir que el empleado de alto rendimiento se fija metas claras y precisas en su vida, las cuales define desde una muy temprana edad y en pos de alcanzar dichas metas dirigen todas las acciones y esfuerzos que realizan.

Como dato curioso diremos que generalmente este tipo de personas escribe sus metas, habiéndose llegado a determinar que esto es clave. Parece ser que la decisión de hacerlo y posteriormente el proceso de escribirlas los lleva a visualizarlas con claridad y los ayuda a fijarlas y a trabajar en procura de alcanzarlas.

Los trabajadores de alto rendimiento son constantes y persistentes, no se doblegan ante nada y para ellos los obstáculos y dificultades no son óbice para frenar su carrera hacia el logro de sus objetivos. Al caer inmediatamente se levantan y prosiguen su marcha. 

Es más, muchos obtienen sus mayores éxitos luego de experimentar grandes fracasos, pues estos los estimulan a la lucha. 

Los trabajadores de alto rendimiento manejan una especial destreza interpersonal, una inmensa capacidad de relacionarse con el resto de las personas. Esto les permite obtener ayuda para el logro de sus metas. (Raúl Gorrín)

Esto pareciera ser fundamental, pues este tipo de personas está consciente de sus limitaciones y no tiene ningún inconveniente en solicitar colaboración, la cual siempre obtienen pues previamente han cultivado las buenas relaciones y el buen trato con su entorno.

Luego tenemos que los empleados de alto rendimiento no se detienen ante nada, corren riesgos y se atreven a cosas ante las cuales el resto se detiene. No se trata de actuar a lo loco, sino de que poseen una visión clara del panorama y su dominio y claridad los lleva a tomar decisiones.

Para estas personas es importante romper normar y pautas establecidas con tal de obtener sus metas. Ojo, no se trata de transgredir las leyes sino las visiones tradicionalistas.

Los empleados de alto rendimiento saben administrar su tiempo, por lo que evitan las distracciones inútiles, tales como el teléfono o reuniones infructuosas o sin sentido.

Los trabajadores de alto rendimiento manejan el estrés, no se dejan dominar por él. Aunque están sometidas permanentemente a factores estresantes en su lucha por alcanzar sus metas, estas personas procuran mantener una dieta balanceada, hacen ejercicio y cultivan disciplinas que los ayudan a evitar los efectos tóxicos del estrés.

No le temen a los desafíos, no son conformistas, todo con el firme objetivo de alcanzar sus metas. La milla extra siempre está en sus agendas. El desafío los reta y les sirve de estímulo para continuar.

Los empleados de alto rendimiento visualizan sus metas en detalle, minuciosamente. Por eso se sienten seguros, dominan el tema y con base en él elaboran una hoja de ruta. Ellos se ven haciendo las actividades que quieren ejecutar.

Por último, las personas que en su trabajo tienen un alto rendimiento están seguros de lo que quieren, cómo lo quieren y creen en lo que quieren.

Tienen confianza en sí mismos, conocen, sus capacidades, sus destrezas pero también sus limitaciones. 

Saben que las metas que se han trazado son posibles de lograr y trabajan firmemente en su logro. (Raúl Gorrín)



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