jueves, 17 de mayo de 2018

La responsabilidad social en la vida diaria




Sí tomamos en cuenta que una empresa está conformada por personas pensantes, sensibles y responsables, es fácil suponer la importancia de la responsabilidad social en la vida diaria para alcanzar grandes logros a través del compromiso social empresarial.

Y es que esas pequeñas prácticas responsables del día a día, esas que van más allá de cumplir con las obligaciones de ley, son indicativos de que los esfuerzos emprendidos para crear bienestar en el colectivo proviene de seres conscientes de sus valores, civismo y ética para contribuir en gran medida con el bienestar colectivo.

La responsabilidad social en la vida diaria implica una actitud y un comportamiento proactivo y solidario con su entorno familiar, los vecinos, el trabajo, el ambiente y la comunidad. Todo bajo la convicción de que algo de puede y se debe hacer para mejorar nuestra realidad y para coadyuvar en el crecimiento de una sociedad cuyos problemas y complejidades esperan por nosotros para superarlos.

De ahí que el concepto de Responsabilidad Social Individual (RSI) nos remita a la conducta ética de la persona para consigo misma y para con su entorno, respondiendo por los impactos que sus acciones y decisiones tienen en su radio de acción.

Esa conducta individual, esencialmente responsable, es la que le otorga autenticidad, coherencia y transparencia a cualquier política o programa de compromiso social empresarial. Es la que dota de sentido y voluntad a los esfuerzos conjuntos para intervenir en un ámbito geográfico, un problema social o un sector poblacional vulnerable.
La sociedad reclama de más ciudadanos formados y convencidos de la importancia de su contribución individual para crear un mundo mejor.  Es la ciudadanía con una cultura no sólo de obrar y comportarse adecuado a las normas, sino de aportar su ingenio, su tiempo y su buena voluntad para que otros puedan alcanzar un estándar de vida promisor.

En la Organización Gorrín, esa vocación por compartir nuestros valores y recursos con sectores desasistidos, ha contado con el respaldo de colaboradores que comparten la cultura de solidarizarse con su comunidad y participar en programas específicos que apuntan a facilitar oportunidades a niños y jóvenes de escasos recursos a través de la salud y la educación.

Son ciudadanos que coinciden en una visión de país donde el esfuerzo de todos representa un factor de cambio y desarrollo sostenible para propiciar una Venezuela de paz, justicia y progreso en la cual todos gocemos de oportunidades para llevar una vida plena.


lunes, 7 de mayo de 2018

Gobernabilidad corporativa




Así como la reputación constituye un valor intangible de primer orden en una empresa, la gobernabilidad corporativa representa una garantía de responsabilidad, transparencia, organización y eficiencia para los inversores, accionistas, gerentes, colaboradores, autoridades, clientes y comunidad.

Por eso hoy quiero referirme a ese conjunto de principios, normas y procedimientos que adoptan las organizaciones para regular el funcionamiento y las relaciones de poder entre los accionistas, el directorio y la alta administración, a fin de velar por sus intereses y lograr el mayor beneficio económico y social que se traduce en bienestar para todos.

La gobernabilidad corporativa se fundamenta en la información, la deliberación, la toma de decisiones y el seguimiento de esas decisiones para alcanzar las metas y atraer inversiones.

Sus principios y lineamientos han sido emitidos por entes internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la Corporación Andina de Fomento (CAF), y Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (FONAFE), entre otros, que consideran el buen gobierno corporativo como un valioso medio para alcanzar mercados más confiables y eficientes.

De ahí que la transparencia, la visión estratégica, la responsabilidad, la igualdad de los accionistas y la responsabilidad social sean considerados, por varios autores, como sus elementos fundamentales para llevar a cabo una gestión eficiente entre los factores de poder dentro de la organización. 

Algunos beneficios adicionales de establecer buenas prácticas corporativas en nuestra podrían resumirse así:
  1. -       Identificar riesgos del negocio y establecer mecanismos para contrarrestarlos.
  2. -       Crear espacios propicios para la planificación estratégica y el flujo informativo necesario para los correctivos y la toma de decisiones.
  3. -       Construir credibilidad y confianza frente a los interesados en el negocio.
  4. -       Mitigar la exposición a pérdidas.
  5. -       Establecer un marco legal y prácticas de supervisión eficientes que promuevan mercados transparentes que garanticen la protección del inversionista.

El buen gobierno corporativo, más que una tendencia, es un paso adelante hacia la evolución y excelencia empresarial para dirigir y controlar el desarrollo de sus actividades económicas bajo estándares internacionales que propenden hacia la transparencia y confiabilidad que exigen la mayoría de los inversionistas como un activo clave para resguardar sus intereses.