El
crecimiento y desarrollo laboral debe y tiene que ser un trabajo conjunto entre
empresa y trabajador. Visualizarlos y abordarlos de manera separada es un
error. Empleador y empleado están comprometidos en ellos y debe procurarlos
yendo de la mano.
Todos,
empleados, gerentes y supervisores, deben ser parte del diseño de estrategias
para que el crecimiento y desarrollo laboral sean efectivos.
Del
crecimiento y desarrollo obtienen beneficios tanto el trabajador como el empresario.
Los dos son parte interesada.
Ahora
bien, el crecimiento laboral tiene como objeto desarrollar las habilidades
individuales en los trabajadores de manera tal que cumplan con las metas
trazadas.
Las
habilidades y destrezas del trabajador son las herramientas necesarias para
cumplir con las tareas pautada para cada día en la empresa o emprendimiento.
Quienes poseen una y otra, se sienten más seguros a la hora de ejecutar el
trabajo.
Entonces
esa confianza incrementa la satisfacción laboral, lo que al mismo tiempo se
convierte en garantía para la permanencia en la empresa.
Entretanto,
el desarrollo profesional tiene que ver con las capacidades adicionales que
permiten aumentar el conocimiento que se tiene para llevar a cabo las tareas
diarias del trabajador.
Aquel
empleado que desempeñándose en una determinada tarea se capacita en otras de
tal manera de escalar posiciones en la organización empresarial, trabaja en pos
del desarrollo profesional.
El
crecimiento y desarrollo laboral es de tipo formal o informal, puede ser de
manera autodidacta o que venga de otra persona que imparte el nuevo
conocimiento.
La
capacitación formal se desarrolla de manera organizada y planificada de acuerdo
con un propósito.
La
capacitación informal parte, por ejemplo, de un grupo de empleados que en un
momento dado comparten experiencia y consejos sobre la mejor forma de hacer tal
o cual tarea.
El
aprendizaje autodidacta es aquel depende de la iniciativa de cada persona,
entretanto que el aprendizaje impartido por un tercero tiene lugar por
solicitud de un supervisor.
El
crecimiento y el desarrollo laboral no pueden ser espasmódicos sino responder a
una política permanente. Tiene que responder a un plan estratégico de
gestión.
Deben
coincidir con el objetivo global de la organización.
De allí
que debe haber una coordinación entre las necesidades de la empresa o
emprendimiento y los objetivos profesionales de los empleados.
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