Por Raúl Gorrín. Quienes se dedican al
estudio de a psicología motivacional han lidiado por años con el Burnot o
Síndrome de estar quemado en el trabajo, una patología que se caracteriza por
el agotamiento extremo, acompañado de distrés, poca motivación y actitudes
disfuncionales en el trabajo. Lo último que quiere un psicólogo ocupacional,
pues, es encontrarse con un caso de estos.
Al
otro extremo del Burnot tenemos el disfrute laboral, definido en los últimos
años por la psicología positiva como engagement y que es el aprovechamiento que
hacen los integrantes de una organización de sus propios roles dentro de ella,
del trabajo, pues. Trabajar se vuelve una expresión del propio ser pero desde
el punto de vista positivo, es decir, disfrutando lo que se hace.(Raúl Gorrín)
El
engagement es un estado psicológico positivo en el que se hacen presentes altos
niveles de energía y vigor, dedicación y entusiasmo por el trabajo. El
trabajador se absorbe y concentra en la actividad laboral de manera positiva.
El
trabajador siente vigor, experimenta altos niveles de energía y una gran
resistencia mental en el contexto laboral, esto porque siente deseos de
esforzarse en la ejecución de sus tareas más allá de las dificultades que se
presenten, superándolas.
El
individuo se involucra con lo que hace, se identifica con los retos que implica
concluir la labor. Es más, se siente identificado con dichos retos. Su
conocimiento y dominio de lo que hace lo lleva a experimentar la absorción, se
concentra en el trabajo, llegando incluso a perder a noción del tiempo. Es tal
el grado de satisfacción experimentado que las dificultades pueden presentarse
es al momento de desconectarse.
El
engagement es una consecuencia de los recursos laborales y personales con que
se cuenta. Los primeros, la autonomía y el apoyo social, y los segundos, por
ejemplo, la eficiencia, la eficacia y la confianza en las propias capacidades.
(Raúl Gorrín)
Los
trabajadores realizados con su trabajo, es decir, quienes experimentan
engagement, se sienten unidos a la organización en términos de energía y
efectividad, están dispuestos.
Estamos,
cuando se experimenta el engagement, bajo un estado motivacional positivo en el
que el trabajador se vale de los recursos laborales con los que cuenta para
cumplir con las demandas del trabajo de manera positiva.
Si
bien el engagement como hemos visto hasta ahora, es un componente psicológico
individual de los trabajadores, este se puede contagiar a otros, es decir, se
convierte en una experiencia interindividual.(Raúl Gorrín)
¡Por
supuesto, entonces, que es posible disfrutar y ser feliz trabajando!
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