jueves, 7 de julio de 2016

Raúl Gorrín: La importancia de delegar funciones en una empresa


Superman y Súper Woman son personajes de la ficción. No existen en la vida real. El ser humano tiene limitaciones y eso incluye a los jefes y gerentes de toda empresa o emprendimiento. No es posible que una sola persona pretenda hacerlo todo y que quede bien en todo momento, pues en cualquier instante vendrá el colapso.

Así que, por muy pequeño que sea su negocio, usted, propietario o director, o gerente, tiene que delegar funciones o la ejecución de proyectos en sus subalternos. Su labor, por tanto, se limitará a la supervisión. Esto rige para todas las organizaciones, sean pequeñas, medianas o grandes.


Para que cualquier empresa se mantenga en el tiempo y crezca en el mundo globalizado de hoy, es preciso creer en los demás, en el resto del equipo, por algo están allí.

Los propietarios y los gerentes tienen que circunscribirse a delinear las actividades y políticas que permitan a la organización o emprendimiento ser competitivas en el mercado.

Asoma entonces la pregunta de cuándo, qué y en quién delegar, que no es otra cosa otorgar responsabilidades y autoridad a personal subalterno para que se encargue de determinada asignación.

En esta tarea el departamento de recursos humanos juega un papel fundamental. Corresponde a ellos suministrar a los distintos niveles de gerencia la información acerca del record de los trabajadores que se desempeñan en la empresa.

Muchos gerentes o directores se niegan a delegar por inseguridad, por no contar con la seguridad de que alguien más puede y tiene las capacidades para desarrollar determinadas tareas o ejecutar algunos proyectos.
Delegar no es fácil. Hay que admitirlo. Las malas experiencias existen y esto frena a continuar haciéndolo.

Eso sí, hay que reconocer que la falta o error que se imputa en algunos casos sobre el fracaso de la delegación de funciones, muchas veces es culpa de los propios supervisores que no tuvieron el tino de escoger a la persona adecuada, bien por incapacidad o porque sencillamente no quería hacerse cargo. Opera también el miedo a que el subalterno termine por quitarle el puesto al gerente o director.

Recursos humanos deberá convencer a todo gerente reacio a delegar para que lo haga. Esto en beneficio de él mismo, por cuanto le permitirá asumir funciones de más envergadura.

La delegación exitosa de funciones pasa por saber exactamente qué se puede delegar y qué no. Enlistar las distintas tareas puede ayudar a visualizar aquellas labores que perfectamente pueden quedar en manos de subalternos. Si lo desea, el gerente puede, al momento de delegar, apartar para sí el cuidado, por ejemplo, de algunos proveedores o clientes muy importantes.



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