Por Raúl Gorrín.- Es cuestión de valorar en su justo valor
los emprendimientos, pues hay que evitar la subvaloración, pero también, hay
que estar claro, es necesario no sobrevalorarlos. Lo pertinente es darle la
valía justa que las iniciativas emprendedoras tienen.
Si, probablemente un emprendedor está convencido de que su
organización vale perfectamente un millón de dólares, se trata de un buen
negocio, productivo, rentable, con una clientela fiel a su cartera de
productos.
Sin embargo, a la hora de querer ampliar el negocio a través
de la instauración de una nueva línea de producción es necesario buscar
financiamiento, inversionistas dispuestos a sumarse a la iniciativa, un asunto
que requiere de sincerar las cifras, bien para transar con el banco o para
convencer con números exactos a ese hombre interesado en poner su capital en la
actividad.
Entonces resulta que al momento de realizar el avalúo el
valor real del emprendimiento son 750 mil dólares, una diferencia nada despreciable
de 250 mil dólares. Vienen entonces las dudas y se pone en peligro el negocio.
Pero, ¿qué pasó? Usted estaba realmente convencido de que
ese sueño suyo por el que ha venido luchando y trabajando sin descanso tenía un
valor de un millón de dólares. ¿Cómo pudo equivocarse así?
Pues la respuesta radica en que al momento de hacer las
valoraciones se utilizan criterios y benchmark
o precios de referencias descontextualizados; se desconocen los reales aspectos
que se valorizan y su importancia, se utilizan incorrectamente las fórmulas de
cálculo; no hay una definición adecuada y realista los términos de la ronda de
inversión, tales como el dinero buscado, los hitos a cumplir, el tiempo, entre
otros.
Sin embargo, sólo referiremos en esta oportunidad que hay que
centrarse al momento de hacer la valoración exacta del emprendimiento en el objetivo
que se ha propuesto y el tipo de ronda de inversión se está procurando.
Hay que tomar muy en cuenta la locación en la que se realiza
la ronda de inversión y el precio de referencia o benchmark representativos de esa zona geográfica.
Por eso antes de lanzarse al agua, lo pertinente es
asesorarse adecuadamente para evitar sorpresas.
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