Por Raúl Gorrín.- Seguimos hablando del plan de negocios,
herramienta fundamental para la constitución de una empresa o emprendimiento.
En esta última entrega de la serie nos referiremos al plan financiero.
Esto es un punto de suma importancia, pues cualquier idea de
negocio por espectacular que parezca o en realidad sea, difícilmente podrá
mantenerse en pie o materializarse si no se cuenta con un buen financiamiento o
este no es viable o simplemente es inestable, es decir, si no es rentable.
Y es que cualquier persona que quiera invertir en su negocio
querrá obtener un retorno sobre su
inversión. Nadie, señores, invierte para perder.
El plan financiero comprende el estado de resultados o de
pérdidas y ganancias, el balance general y el estado de flujo de efectivo o
declaración de liquidez.
Veamos en detalle cada uno.
El estado de resultados suministra información sobre las fuentes
de ingresos de la organización y los gastos en que esta ha incurrido durante un
determinado período contable. En pocas palabras, aquí estamos hablando de las ganancias
o pérdidas del negocio durante un lapso en particular.
La plantilla de estado de resultados comprende, en el área
de ventas, el costo directo de ventas, otros gastos de producción, el costo
total de ventas, el margen bruto, el porcentaje de margen bruto.
Con relación a los gastos, debe contemplarse la nómina, el
mercadeo, la depreciación, la renta de equipo de trabajo, el costo de servicios
públicos, los seguros, la renta de almacén, local u oficina, los impuestos
sobre la nómina.
También contempla los gastos de operación, tales como las ganancias
antes de intereses e impuestos, los intereses, los impuestos, las ganancias netas,
las ganancias netas sobre ventas.
El segundo de los elementos del plan financiero es el balance
general en el que se establece, por un lado, una lista de todos los activos de
la empresa y, por el otro, los pasivos, es decir, lo que la empresa debe.
El balance general permite conocer la situación financiera
de la organización. Una sencilla fórmula en la cual a los activos le restamos
los pasivos, nos permitirá saber cuál es el capital de la empresa o
emprendimiento.
La plantilla de balance general comprende en el renglón de
activos, en primer lugar el activo circulante, el efectivo, el inventario y
cualquier otro activo circulante que se posea. Deberán señalarse también los activos
a largo plazo, la depreciación acumulada.
En el renglón de pasivos y capital, primeros se señalará el
pasivo circulante, las cuentas por pagar, los préstamos por pagar y otros
pasivos circulantes. A esto se sumarán los pasivos a largo plazo.
Del mismo modo se reflejarán los pagos de capital, las ganancias
retenidas, las ganancias totales.
El tercer elemento del plan financiero es el estado del
flujo de efectivo o declaración de liquidez, el cual es similar al estado de
resultados pero con diferencia fundamental y es que este estado solo se hace cuando
los ingresos han sido recolectados y no existen más deudas que pagar.
La plantilla del estado del flujo de efectivo o declaración
de liquidez comprende: Efectivo recibido, efectivo de las operaciones, ventas
en efectivo, efectivo adicional recibido, el IVA, el impuesto sobre las ventas,
los préstamos existentes por pagar, otros pasivos libres de intereses, nuevos
pasivos a largo plazo, ventas de otros activos circulantes, ventas de pasivos a
largo plazo, nueva inversión recibida, gastos de operación, gasto en efectivo,
pago de facturas, efectivo adicional gastado, pagos a capital sobre préstamos
obtenidos, compras de otros bienes a largo plazo, compra de bienes a largo
plazo, dividendos, flujo de efectivo neto.
No es sencillo, se requiere recolectar mucha información,
pero créanos, hacerlo le ahorrará después muchos dolores de cabeza.
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