Por Raúl Gorrín.- Si los niveles de eficiencia, eficacia y
efectividad del departamento de recursos humanos de su empresa han mermado, es
posible que el personal del mismo se encuentre sobresaturado de funciones y
tareas, por lo que tal vez sea necesario poner fin a las tareas operativas y
rutinarias que solamente afectan el desempeño de tan importante dependencia.
Existen estudios que evidencian que el excesivo trabajo
administrativo está actuando en detrimento de la labor de las direcciones de
recursos humanos que han terminado por descuidar sus funciones estratégicas.
El pago de nóminas, la gestión de la seguridad social, la aprobación
de vacaciones, el manejo de permisos y bajas laborales, entre otros asuntos,
han terminado por copar el trabajo de los departamentos de RRHH.
Y no es que estemos diciendo que estas tareas no sean
importantes, sino que se trata de labores rutinarias de índole administrativo
que bien puede realizar el personal subalterno para que RRHH se dedique a las
funciones estratégicas que le corresponden.
Una alternativa de solución para ello puede ser la
externalización de la gestión administrativa de los recursos humanos.
A cada empresa o emprendimiento le corresponderá estudiar
cuál es la opción que más le conviene adoptar.
Asignar las tareas rutinarias a un determinado personal
dependiente del área de administración o del propio departamento de recursos
humano, puede ser otra solución.
Delegar en los funcionarios encargados de las tareas
rutinarias puede ser una manera de descargar a los directivos de estas labores
para que pueden dedicarse al diseño de estrategias y planificación.
Las nuevas tecnologías también pueden ser la salida, pues
existen cada vez más aplicaciones y herramientas con las que se simplifican los
procesos administrativos de recursos humanos.
La simplificación de los procesos igualmente puede
contribuir a solucionar el problema de sobresaturación de funciones del
personal de RRHH.
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