martes, 18 de abril de 2017

Importancia del plan de negocios (VI)






Por Raúl Gorrín.- Seguimos con nuestra serie sobre el plan de negocios y su importancia a la hora de constituir una empresa o emprendimiento. En esta ocasión conversaremos sobre Plan de operaciones.

Comencemos por referir que el plan de operaciones constituye un resumen sobre todos los aspectos técnicos y organizativos que comprenden la elaboración de los productos o a la prestación de los servicios de una empresa o emprendimiento. 

Pues bien, cuando llegamos a esta parte del proceso de constitución de una organización, ya el emprendedor conoce todo lo relacionado a su oferta comercial, quiénes constituirán su clientela, cuáles son sus reales oportunidades en el mercado y quiénes conforman su competencia.

Pero aún hay preguntas que contestar, como las referidas a la manera en que se desarrollarán las operaciones en el día a día, en la cotidianidad pues. Y es que aquí la pregunta crucial es saber si se está o no preparado para ejecutar el plan, así como de qué forma se llevará a cabo la creación y entregar el producto y/o servicio al cliente.

En primer lugar hagamos referencia a la cadena de suministro.

Hay que conocer el y determinar el flujo de trabajo que se desarrollará al momento de hacer realidad sus ideas. 

En este sentido, entre los aspectos que tendrás a considerar tenemos:

Los proveedores. Es decir aquí nos referimos a las personas o empresas que proporcionarán todos los materiales —materia prima e insumos— que se requerirán para elaborar el producto o poner a funcionar el servicio.

Las instalaciones. Es el lugar en que se almacenarán los inventarios o dónde funcionará la empresa o emprendimiento.

El personal. Nos referimos aquí a los equipos de trabajo. Es preciso saber cuánto personal se requerirá para operar diariamente y cuáles serán sus funciones.

El equipo. Esto tiene que ver con las herramientas, maquinaría y tecnología necesaria para que la empresa funcione y la organización pueda avanzar hacia el siguiente nivel. 

El surtido y envíos. Esto tiene que ver con la distribución del producto y/o servicio. Hay que determinar si su organización se encargará de las entregas de sus productos o si, por el contrario, se recurrirá a un socio logístico que se encargue de esta función.

El inventario. Es necesario saber cuánto se va a manejar, en qué lugar se almacenará, cómo se distribuirá entre sus socios. Es sumamente importante conocer cómo se va a llevar a cabo el seguimiento de todo el material que ingresa y sale.


La atención al cliente. Aquí hablamos de la satisfacción del cliente, de darle respuesta a sus inquietudes, saber cómo se manejarán sus solicitudes de reembolsos y de qué manera se atenderán sus quejas.

Luego tenemos el proceso de producción donde habrá que especificar cuánto tiempo llevará elaborar o fabricar una unidad o varias del producto.

El emprendedor tiene que determinar las medidas que pondrá en marcha para integrar los comentarios de la clientela al producto y/o servicio. 

Hay que crear y aprobar los prototipos, precios y mecanismos de entrega.

Establecer el modus operandi durante las temporadas en las que exista mayor demanda, los procedimientos a llevar a cabo para ofertar el producto.

A su posible inversionista o socio debe informarle cómo mantendrá el control de la gestión y el plan de contingencia con el que enfrentar los imprevistos e incertidumbre del mercado. 


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