Hoy más que nunca la responsabilidad social empresarial (RSE), o compromiso social empresarial como nos gusta llamarlo en la organización Gorrín, tiene su asidero en los valores corporativos con los cuales la
organización es afín, se identifica con ellos y toma sus decisiones.
En ese tránsito desde la filantropía a la inversión
social, también se produce una evolución entre la responsabilidad social empresarial
y la empresa socialmente responsable que
determina, observa y comparte un conjunto de valores éticos con los que no solo rige todas sus actividades
internas, sino que también promueve el
desarrollo de prácticas edificantes y transparentes dentro y fuera de sus
confines.
Así, valores
como la honestidad, transparencia, solidaridad, excelencia, responsabilidad,
integridad, confianza, humanismo y sustentabilidad en las organizaciones deben
ser igualmente rectores de la gestión CSE como parte de nuestra identidad que se extiende hacia el entorno al que
servimos y pretendemos impactar favorablemente.
En nuestro caso, los valores
que rigen la vida y actividad empresarial de la organización Gorrín son también los
pilares de nuestra inversión social
porque, entre otras razones, estamos convencidos de que lo que nos hace bien a
nosotros también le hace bien a la comunidad,
y porque compartimos una visión
general de país donde valores como los nuestros son fundamentales para lograr
un cambio social importante que nos
encamine hacia mayores oportunidades de prosperidad
y bienestar colectivo a partir de nuestro esfuerzo creador.
En los últimos años hemos promovido la excelencia educativa en niños y jóvenes
que habitan en sectores urbanos de escasos recursos como una muestra de
solidaridad, humanismo y confianza en esa generación
emergente que se ha encargado de demostrarnos todo lo tenaz y resiliente que se
puede ser en tiempos adversos para superar tantas dificultades y salir
adelante.
Programas como “Una
Carrera por el Futuro” o “Para que
los niños vean un Futuro Mejor” busca potenciar la educación como aspecto clave para superar la pobreza al tiempo constituyen muestras de coherencia acerca de lo que pensamos,
decimos, actuamos y compartimos en aras de una Venezuela mejor. Una Venezuela
que nos ha dado todo y que ahora requiere de nosotros un esfuerzo mayor para
recuperarla a partir de nuestras propias capacidades, conocimientos, actitudes,
pasión por lo que hacemos y deseos de superación más allá del panorama actual.
Lo que en un principio surgió como una opción en el mundo empresarial, hoy es una condición
insoslayable ante un público cada vez más consciente, acucioso y demandante de
soluciones que les ayude a crecer como sociedad. El CSE es una respuesta a esa expectativa y para que sea realmente
efectiva debe estar alineada con la misión,
visión y valores de la empresa que invierte en ella.
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