jueves, 8 de junio de 2017

Raúl Gorrín: Soy un empleado proactivo… ¿Cómo saberlo?





La proactividad parece una característica que no todos tenemos; sí somos proactivas no tenemos temor a los cambios; todo lo contrario, muchas veces somos nosotros quienes los impulsamos, entonces, dejemos de temer a la incertidumbre, y a las cosas novedosas y tengamos una actitud positiva frente a lo que no conocemos.
Particularmente en el plano laboral y en estos tiempos es una cualidad muy solicitada, prácticamente no existe aviso de búsqueda de empleo que no solicite persona proactiva para desarrollar tales o cuales tareas; incluso muchos empleadores están viendo este detalle como muy importante más que estar formado o tener experiencia y/o conocimiento.
Consultores labores definen este concepto como una actitud personal del trabajador, que nos permite aventajarnos a los problemas antes de que éstos ocurran; es decir como empleados nos adelantamos a las soluciones antes de que sea tarde, incluso antes de que las solicite nuestro jefe o supervisor inmediato.
Cuando somos empleados proactivos enfrentamos y resolvemos con éxito cualquier problema, además de aguantar las presiones de los superiores inmediatos con un gran sonrisa y demostrar que se trata de un desafío y no un problema; demostramos que tenemos el deseo y la capacidad de lograr que las cosas mejoren.
Siempre debemos tomar la iniciativa en las tareas que están bajo nuestra responsabilidad y en las cuales podemos decidir. Expertos en estos temas recomiendan que no debemos perder el tiempo analizando o consultando con los superiores si es algo que nosotros mismos podemos decidir. Los especialistas sostienen que, si analizamos demasiado un asunto, el miedo al fracaso no tardará en aparecer y probablemente tardemos en resolverlo o busquemos la aprobación de alguien más.
Muchas veces, cuando damos el primer paso las cosas se ponen en marcha por sí solas y una vez enrumbadas seguir este impulso no es tan complicado. Si en cambio perdemos el tiempo analizando y pensando, jamás pondremos en movimiento nuestra proactividad. Correr riesgos es parte de esta labor, enfrentar los cambios con todas sus consecuencias es el mayor desafío, pero no una limitación, busquemos el éxito como empleados proactivos, es una sensación muy satisfactoria a la que se agarra gusto.
Una vez que la experimentamos es como una especie de vicio cuyo efecto queremos seguir disfrutando y sintiendo, aunque sea con pequeños logros, los cuales son los más grandes motivadores para continuar siendo empleados proactivos, exitosos y felices.

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