lunes, 5 de junio de 2017

Raúl Gorrín: ¿Cómo tener una exitosa comunicación en nuestra empresa?





La buena comunicación debe conseguir mejorar la actitud de los trabajadores de nuestra empresa. Primero que todo, cabe cuestionarse si las empresas tienen clara la idea de qué es comunicación y de qué manera transmite la información a toda la organización.

¿Se comunica? Es curioso observar como empresas de prestigio y éxito carecen de un sistema básico de comunicación y de un vehículo de transmisión de la información. Para poder comunicar debe haberse establecido un sistema de comunicación ya sea formal o informal. Y el establecimiento de este sistema es una de las funciones y responsabilidades de la dirección de la organización.

¿Qué tipo de información se comunica? La información a comunicar tiene que ser información relevante y oportuna para toda la empresa, que sea de interés y utilidad. ¿Es valiosa? La información ha de ser valiosa, preciada, sustanciosa y sustancial. En la medida que la comunicación sea de relleno, insustancial y vacía de contenido devaluará irreversiblemente el sistema de comunicación de la empresa.

¿Existe la comunicación bidireccional? Para que un sistema de comunicación empresarial sea valorado por los miembros de la empresa debe ser un sistema lo suficientemente honrado como para permitir los flujos de información de arriba-abajo como los de abajo-arriba. La empresa, en la apuesta de conseguir la máxima implicación de nuestros trabajadores, debe escuchar con atención las propuestas e inquietudes de éstos.

La respuesta a estas cuestiones, hecha de una manera sincera por los estamentos responsables de la implantación de un sistema de comunicación dentro de la empresa, representa el primer paso, el inicial, de un sistema de comunicación adecuado.

¿Y ahora qué? Una vez determinado el marco en que se inscribe un sistema de comunicación cabe plantearse si la buena comunicación dentro de nuestra empresa persigue mejorar la actitud de los trabajadores. La mejora de la actitud de los trabajadores ha de ser uno de los objetivos principales de cualquier sistema de comunicación. Ahora bien, esta mejora se conseguirá si el trabajador percibe que este sistema de comunicación es proactivo, honrado y oportuno.

Como logramos esa buena comunicación:

Proactividad: No hay peor información que la que viene del murmuro, la suposición, los malentendidos y la desidia. La información, manteniendo la bidireccionalidad, debe anticiparse a cualquier posible suposición. No debe surgir como respuesta a un clamor sobre el ¿qué pasa?

Honradez: La información debe ser tratada honradamente. Hay que comunicar sin tendenciosidad y sin buscar la manipulación. Las cosas son como son y, de una forma u otra, todos estamos implicados en ellas.

Oportunidad: El dominio del tiempo en que la comunicación debe fluir. Una comunicación inoportuna puede traernos funestas consecuencias. La oportunidad en la transmisión de la información es casi tan importante como la información misma.

Proporcionalidad: Tan mala es la carencia de información como el exceso de ésta. Huyamos de la información sobredimensionada. Busquemos aquella destilada y que corresponda a cada momento y a la dimensión adecuada.





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