viernes, 15 de abril de 2016

Raúl Gorrín: El emprendimiento humanista va más allá de la ganancia


Por Raúl Gorrín. Cada vez más se está poniendo en boga el llamado emprendimiento humanista para referirse a las empresas comerciales que tienen como objetivo algo más allá que obtener ganancias. Una empresa con valores y principios humanistas tiene como objetivo el bienestar de la gente. El empresario humanista tiene como norte no solo crear valor sino llevar soluciones a los problemas que vive la sociedad y que en ciertos casos la paraliza.

Los empresarios humanistas se preocupan por la gente principalmente y su bienestar, aunado a temas que influyen de manera negativa en la sociedad, como por ejemplo la contaminación o el cambio climático. Los empresarios humanistas generan programas que ayudan a las comunidades menos favorecidas a mejorar su educación, a integrarse y a mejorar su perspectiva sobre el futuro basado en principios éticos y humanos.

Una empresa de carácter humanista y social realizan una actividad que si bien genera beneficios, también es capaz de resolver un problema social al mismo tiempo. Se inspira en la gente, y comparte beneficios tanto con su entorno interno ( trabajadores ) como su entorno externo, con una tendencia a los grupos menos favorecidos.

Los empresarios que comulgado y practicamos el humanismo sentimos que tenemos un compromiso social con la comunidad, y  hacemos mucho para dar forma a la economía para que beneficie al hombre, sentimos la responsabilidad de liderar el camino en la lucha a favor de lo social, actuar como un agente activo positivo que le llegue a la gente.

Muchas personas me dicen que ser un empresario humanista es complejo, puesto que en estos momentos, llegar a tener un negocio potencialmente rentable puede ser bastante difícil, pero la elaboración de ideas para un negocio que además de obtener una ganancia, permita ayudar a la comunidad en general sin tener otros efectos negativos puede parecer una tarea difícil. Esto -claro está- se debe en gran parte al hecho de que muchos de los problemas de la comunidad son el resultado de fallas del mismo mercado. 

Como resultado, el empresario humanista debe pensar fuera de la caja, incluso más de lo habitual.

Una forma de hacer esto es cambiar la forma de pensar de las ideas que se centran única y exclusivamente en los consumidores a ideas que nos lleven aprovechar las fuerzas del mercado con el fin de crear una reacción en cadena con efectos positivos en la sociedad.

El punto es el hecho de que su empresa tenga un impacto social positivo, ese puede ser el punto  que lo diferencia de sus competidores.


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