Por Raúl Gorrín.- A lo largo de nuestras conversaciones
hablamos, entre otras cosas, de las claves para alcanzar el éxito empresarial y
nos referimos a las variables, factores e indicadores económicos que más
influyen en ello. Así también nos hemos referido a ideas de negociones y los
pasos para acometer un emprendimiento. Sin embargo, pocas veces se habla de un
factor fundamental, vital, que debe acompañar a todo emprendedor para poder
salir adelante con su plan de montar un negocio: la salud.
Y es que sin salud, no hay estrategia, formación, objetivos,
ni metas bien formulados que valgan.
Un emprendedor enfermo, difícilmente podrá salir adelante
con su empresa.
Para los emprendedores es fundamental cuidar su salud para
poder desarrollar su potencial y afrontar positivamente las distintas
situaciones que se le vayan presentando.
Así que en esta oportunidad queremos abordar este tema con
unos consejos básicos que creemos pueden serle muy útiles.
En primer lugar refirámonos a un asunto vital: la alimentación.
Se dice que somos lo que comemos y, vamos a ser sinceros, no siempre comemos de
la mejor manera ni los alimentos más adecuados. La comida chatarra es una
tentación a la que casi siempre cedemos, por ejemplo.
La dieta diaria es muy importante y hay que vigilarla muy
bien.
Lo que comamos proporcionará o no la energía necesaria para
enfrentar el día, sus labores y obligaciones. Una alimentación sana y
balanceada nos permitirá rendir adecuadamente durante toda la jornada. De ello
dependerá también la calidad del sueño y también determinará nuestra propensión
a enfermar o no.
Al cuerpo hay que cuidarlo pues es la nave que puede
conducirnos a alcanzar nuestros objetivos y metas.
¿Qué hacer para tener una buena salud?
Como ya lo señalamos, lo primero es vigilar cuidadosamente
nuestra alimentación. Ello nos ayudará a estar despejados, vigorosos, con ánimo
y concentrados para hacer frente a los retos de cada día.
Igualmente es muy importante el ejercicio. Practicar
cualquier tipo de deporte con regularidad le proporciona vitalidad, tonifica
sus músculos, mejora su circulación sanguínea y su presión arterial. El
ejercicio aumenta la secreción de dos neurotransmisores cerebrales: dopamina a
la que se le conoce como la molécula del placer, y serotonina, la cual producen
estados de bienestar y euforia.
Al hacer ejercicio los músculos liberan sustancias químicas
que recorren el cuerpo y ayudan a quemar grasa y reforzar el esqueleto. Estas
sustancias también evitan que a nivel cerebral mueran las células nerviosas, al
tiempo que contribuyen a generar nuevas conexiones entre las células. Esta es
la razón por la cual el ejercicio ayuda a prevenir la demencia y las
depresiones.
El descanso es igualmente vital, pues cuando dormimos se
llevan a cabo actividades de reparación celular.
Descansar adecuadamente facilita el aprendizaje, regenera y
repone lo que hemos gastado durante el día y se aprende lo que ha llegado al cerebro.
Quien no descansa adecuadamente sencillamente no puede
trabajar bien, pues el descanso libera las tensiones acumuladas.
De tal manera que cuide su cuerpo y mente si quiere alcanzar
el éxito y lograr todo aquello que se propone.
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