Por Raúl Gorrín.- Seguimos con nuestra serie sobre el plan
de negocios y su importancia a la hora de constituir una empresa o
emprendimiento. En esta ocasión conversaremos sobre Plan de operaciones.
Comencemos por referir que el plan de operaciones constituye
un resumen sobre todos los aspectos técnicos y organizativos que comprenden la
elaboración de los productos o a la prestación de los servicios de una empresa
o emprendimiento.
Pues bien, cuando llegamos a esta parte del proceso de
constitución de una organización, ya el emprendedor conoce todo lo relacionado
a su oferta comercial, quiénes constituirán su clientela, cuáles son sus reales
oportunidades en el mercado y quiénes conforman su competencia.
Pero aún hay preguntas que contestar, como las referidas a
la manera en que se desarrollarán las operaciones en el día a día, en la
cotidianidad pues. Y es que aquí la pregunta crucial es saber si se está o no preparado
para ejecutar el plan, así como de qué forma se llevará a cabo la creación y
entregar el producto y/o servicio al cliente.
En primer lugar hagamos referencia a la cadena de suministro.
Hay que conocer el y determinar el flujo de trabajo que se
desarrollará al momento de hacer realidad sus ideas.
En este sentido, entre los aspectos que tendrás a considerar
tenemos:
Los proveedores. Es decir aquí nos referimos a las personas o
empresas que proporcionarán todos los materiales —materia prima e insumos— que
se requerirán para elaborar el producto o poner a funcionar el servicio.
Las instalaciones. Es el lugar en que se almacenarán los
inventarios o dónde funcionará la empresa o emprendimiento.
El personal. Nos referimos aquí a los equipos de trabajo. Es
preciso saber cuánto personal se requerirá para operar diariamente y cuáles
serán sus funciones.
El equipo. Esto tiene que ver con las herramientas,
maquinaría y tecnología necesaria para que la empresa funcione y la
organización pueda avanzar hacia el siguiente nivel.
El surtido y envíos. Esto tiene que ver con la distribución
del producto y/o servicio. Hay que determinar si su organización se encargará
de las entregas de sus productos o si, por el contrario, se recurrirá a un
socio logístico que se encargue de esta función.
El inventario. Es necesario saber cuánto se va a manejar, en
qué lugar se almacenará, cómo se distribuirá entre sus socios. Es sumamente
importante conocer cómo se va a llevar a cabo el seguimiento de todo el
material que ingresa y sale.
La atención al cliente. Aquí hablamos de la satisfacción del
cliente, de darle respuesta a sus inquietudes, saber cómo se manejarán sus solicitudes
de reembolsos y de qué manera se atenderán sus quejas.
Luego tenemos el proceso de producción donde habrá que
especificar cuánto tiempo llevará elaborar o fabricar una unidad o varias del
producto.
El emprendedor tiene que determinar las medidas que pondrá
en marcha para integrar los comentarios de la clientela al producto y/o
servicio.
Hay que crear y aprobar los prototipos, precios y mecanismos
de entrega.
Establecer el modus operandi durante las temporadas en las
que exista mayor demanda, los procedimientos a llevar a cabo para ofertar el producto.
A su posible inversionista o socio debe informarle cómo
mantendrá el control de la gestión y el plan de contingencia con el que
enfrentar los imprevistos e incertidumbre del mercado.
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