Por Raúl Gorrín.- Ya el tiempo de las grandes corporaciones
multinacionales está quedando atrás y son los emprendimientos los que adquieren
protagonismo, así como las pequeñas y medianas empresas y microempresas. Son
tiempos de cambios que están generando un nuevo tipo de relación que opera en
el seno de las organizaciones.
Los niveles de comunicación internas son otros menos
burocráticos que propician un diferente tipo de interacción más directa entre
los actores de las empresas.
La gestión de recursos humanos apunta hacia el modelo de los
emprendimientos en la cual se incrementa el compromiso del trabajador con la organización
favoreciendo esto la estabilidad del rendimiento del negocio y el bienestar del
trabajador.
En este modelo los trabajadores tienen la posibilidad de obtener
beneficios directos que eran imposibles en una multinacional.
En las nuevas relaciones empresa-empleado el individualismo
está dando paso a la conformación de equipos multidisciplinares que tienen en sus
manos diversos proyectos y que propician el beneficio común. En esta nueva
gestión de recursos humanos adquieren realce los trabajadores que están
dispuestos a trabajar siempre en equipo.
Las nuevas dinámicas dan lugar a una relación más próxima
entre directivos y empleados donde existe más compromiso a cambio de
beneficios.
Este nuevo modelo relacional es una consecuencia de las
nuevas tecnologías, de las transformaciones que impone la globalización y, sobre
todo, de la proliferación de las pequeñas y medianas empresas. Las pymes marcan
la tendencia de gestión de recursos humanos.
Es fundamental en estos nuevos esquemas el retener el
talento para lo cual contribuye el fomentar un acercamiento entre todas las
partes que propicie la creación de vínculos. Para ello, compartir actividades
fuera del trabajo ayuda a la formación de un clima más relajado en las
relaciones interpersonales que después se verá reflejado en la oficina.
El cambio de relación entre trabajadores y empresa se
consolida cuando la gestión de recursos humanos se centra en la atención de los
trabajadores, por quienes apuesta brindándoles beneficios y asegurando su
fidelización. Se requiere inversión en recursos humanos que vaya más allá de
generar aumentos salariales sino de fomentar una relación más cercana.
Para retener el talento la internacionalización del grupo de
trabajo es una excelente estrategia, pues aparte de adquirir una mayor
proyección de la empresa en otros países, permite crecer a quienes en ella
trabajan.
Una buena política de incentivos laborales y una buena comunicación
interna caracterizada por la horizontalidad facilita que todos los miembros de
una dirección estén al tanto de los proyectos de los otros despachos, generando
esto un sentido de pertenencia.
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