(Raúl Gorrín) Hemos venido hablando
acerca de las emociones positivas y la conveniencia de aplicarlas en los
centros de trabajo por su contribución a hacer de las organizaciones lugares
saludables. Ahora bien, la pregunta que cabe luego de saber qué son y qué
beneficios brindan, es saber cómo hacerlo.
Aquí les
presentamos algunas maneras que esperamos les sirvan para el cultivo de las
emociones positivas en sus lugares de labores que, en resumidas cuentas, son el
sitio donde pasamos la mayor parte del día.
Lo primero
que hay que hacer es sentir y generar las emociones positivas propias y en los
demás. Esta debe ser una tarea diaria, de siempre. Conozca y reconozca las
emociones de sus compañeros, vea cuáles son sus fortalezas y virtudes y, de ser
necesario, oriéntelo y apóyelo.
Del mismo
modo hay que generar en nosotros mismos y en los demás, la estabilidad
emocional, esto con el objetivo de sentirnos cómodos y para que nuestras
acciones y pensamientos marchen en paralelo. Así se fomentan los espacios para
crear, conversar, compartir, socializar. Igualmente en momentos de dificultad
bridar apoyo sin juzgar.
Las
necesidades de quienes están bajo su responsabilidad deben ser objeto de su
atención, preocúpese y ocúpese de ello en tanto le sea posible. Hágales saber
que cuentan con usted y su organización. Incorpórese a sus redes de apoyo en el
trabajo.(Raúl Gorrín)
Desde sus
fortalezas y limitaciones cada cual hace sus aportes para exponer lo bueno de
si y promover que los demás también lo hagan. En este sentido, valore y reconozca
estas iniciativas, súmese a ellas cuando tenga oportunidad de hacerlo.
No siempre
salen las cosas como uno lo espera. Los errores y fracasos suceden y lo que
aplica en enfocarse en que no vuelvan a pasar. Aprender de la experiencia y
seguir adelante. No se ancle en lo malo que ocurre.
Fomente el
respeto mutuo. Acepte a los demás tal cual son. Eso sí, aquellos asuntos que
son de interés mutuo y de la organización, promuévalos tratando de que salgan
adelante sacando lo mejor de cada quien.
Comparta
las cosas buenas que le sucedan con el resto de sus compañeros. Muestre su
agradecimiento por la ayuda que reciba. Reflexione junto a sus compañeros sobre
los errores cometidos, siempre en procura de superar la situación.
Todos
tenemos momentos buenos y momentos malos, aspectos buenos y malos, fortalezas,
virtudes y debilidades. Comparta sus experiencias, drene, escuche consejos y
esté dispuesto a recibir ayuda.
Modele las
mejores prácticas en beneficio suyo, de los demás y de la organización. Busque
el equilibrio en el trabajo y en la familia. Comparta, rían juntos.
Cuando se
comparten emociones positivas en el trabajo los procesos fluyen.(Raúl Gorrín)
Del mismo
modo, cuando las emociones positivas se proyectan hacia la clientela se
refuerzan los vínculos de esta con la empresa.
Las
emociones positivas favorecen la perseverancia y el logro de las metas y
objetivos.
Cuando los
trabajadores se sienten bien las empresas están bien.
Practique
el buen humor pues despeja, tranquiliza, disminuye el estrés y propicia la
armonía en los equipos de trabajo.
Exprese su
admiración bien por sus líderes como por sus trabajadores. Igualmente la
gratitud es importante.
Siéntase
orgulloso de quien es, de su gente, de lo que hace y de su organización.
Todo esto
redundará en un mejor desempeño, rendimiento, buenos resultados, la salud y la
productividad.(Raúl Gorrín)
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