Raúl Gorrín. La injusticia hace siempre su
penoso acto de presencia en todos ámbitos, entre ellos el laboral. En algunas
empresas o emprendimientos con más frecuencia de la que deseáramos tienen lugar
actos que atentan contra la dignidad y respeto de los trabajadores. Igualmente
procesos injustos tienen lugar, como las compensaciones inadecuadas o
desconsideradas posiciones de jefes y supervisores.
Es
entonces cuando se pone sobre el tapete el concepto de justicia organizacional,
definido como la percepción que los empleados tienen sobre lo que es justo en
el entorno organizacional.
Hay cuatro
tipos de justicia organizacional, la primera, la distributiva, referida a la
distribución de recompensas en el seno de la organización; la justicia
procedimental que tiene que ver con cuán justos son los procesos que tienen
lugar en la organización; la justicia interpersonal atinente a la percepción de
respeto y dignidad con que la superioridad trata a los empleados; la justicia
informacional que se refiere a la adecuación, especificidad y veracidad que en
sus explicaciones ofrecen los supervisores con respecto a cada asunto que tiene
lugar.
Por
percepciones de justicia se tienen las cogniciones que propician determinadas
actitudes en las personas, siendo que dichas actitudes establecen la pauta
sobre cómo será la conducta de las personas. La justicia organizacional guarda
una relación positiva con el engagement
en el trabajo, pues los empleados que sienten más justicia organizacional en su
trabajo sienten más engaged en su
desempeño laboral. Esto hace que los trabajadores desarrollen conductas de
ciudadanía organizacional. (Raúl Gorrín)
El nexo
entre la justicia organizacional y los comportamientos de ciudadanía
organizacional se vinculan al engagement en el trabajo. Así, las prácticas
organizacionales percibidas como justas promueven el bienestar psicológico de
los trabajadores.
La
justicia organizacional suscita compromiso organizacional dentro de los equipos
de trabajo y cuando estos se sienten comprometidos con la empresa, tienden a
cumplir con sus tareas y los requerimientos que se le hacen.
En pocas
palabras, los trabajadores se identifican con las organizaciones cuando sienten
que actúan con justicia.
La
importancia de la justicia organizacional radica en que las percepciones
positivas fomentan la salud psicosocial dentro en las organizaciones. Esto
deriva, obviamente, en espacios saludables de trabajo.
La
justicia organizacional establece la verdadera naturaleza de la relación entre
trabajadores y empresa. En contraposición, la injustica disuelve los lazos
entre ambos. (Raúl Gorrín)
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