(Raúl Gorrín) El máximo rendimiento de
los empleados es una aspiración permanente de todo empresario, emprendedor y
uno de los principales objetivos a alcanzar de todo departamento de recursos
humanos.
¿Qué
características tiene este tipo de trabajador?
Veamos
el perfil que han arrojado diversos estudios y sondeos que sobre la materia se
han realizado.
Se
trata de unas peculiaridades que los trabajadores de alto rendimiento exhiben
independientemente de la profesión o función que ejerzan dentro de las organizaciones.
En
primer lugar tenemos que decir que el empleado de alto rendimiento se fija
metas claras y precisas en su vida, las cuales define desde una muy temprana
edad y en pos de alcanzar dichas metas dirigen todas las acciones y esfuerzos
que realizan.
Como
dato curioso diremos que generalmente este tipo de personas escribe sus metas,
habiéndose llegado a determinar que esto es clave. Parece ser que la decisión
de hacerlo y posteriormente el proceso de escribirlas los lleva a visualizarlas
con claridad y los ayuda a fijarlas y a trabajar en procura de alcanzarlas.
Los
trabajadores de alto rendimiento son constantes y persistentes, no se doblegan
ante nada y para ellos los obstáculos y dificultades no son óbice para frenar
su carrera hacia el logro de sus objetivos. Al caer inmediatamente se levantan
y prosiguen su marcha.
Es más,
muchos obtienen sus mayores éxitos luego de experimentar grandes fracasos, pues
estos los estimulan a la lucha.
Los
trabajadores de alto rendimiento manejan una especial destreza interpersonal,
una inmensa capacidad de relacionarse con el resto de las personas. Esto les
permite obtener ayuda para el logro de sus metas. (Raúl Gorrín)
Esto
pareciera ser fundamental, pues este tipo de personas está consciente de sus
limitaciones y no tiene ningún inconveniente en solicitar colaboración, la cual
siempre obtienen pues previamente han cultivado las buenas relaciones y el buen
trato con su entorno.
Luego
tenemos que los empleados de alto rendimiento no se detienen ante nada, corren
riesgos y se atreven a cosas ante las cuales el resto se detiene. No se trata
de actuar a lo loco, sino de que poseen una visión clara del panorama y su
dominio y claridad los lleva a tomar decisiones.
Para
estas personas es importante romper normar y pautas establecidas con tal de
obtener sus metas. Ojo, no se trata de transgredir las leyes sino las visiones
tradicionalistas.
Los
empleados de alto rendimiento saben administrar su tiempo, por lo que evitan
las distracciones inútiles, tales como el teléfono o reuniones infructuosas o
sin sentido.
Los
trabajadores de alto rendimiento manejan el estrés, no se dejan dominar por él.
Aunque están sometidas permanentemente a factores estresantes en su lucha por
alcanzar sus metas, estas personas procuran mantener una dieta balanceada,
hacen ejercicio y cultivan disciplinas que los ayudan a evitar los efectos
tóxicos del estrés.
No le
temen a los desafíos, no son conformistas, todo con el firme objetivo de
alcanzar sus metas. La milla extra siempre está en sus agendas. El desafío los
reta y les sirve de estímulo para continuar.
Los
empleados de alto rendimiento visualizan sus metas en detalle, minuciosamente.
Por eso se sienten seguros, dominan el tema y con base en él elaboran una hoja
de ruta. Ellos se ven haciendo las actividades que quieren ejecutar.
Por
último, las personas que en su trabajo tienen un alto rendimiento están seguros
de lo que quieren, cómo lo quieren y creen en lo que quieren.
Tienen
confianza en sí mismos, conocen, sus capacidades, sus destrezas pero también
sus limitaciones.
Saben
que las metas que se han trazado son posibles de lograr y trabajan firmemente en
su logro. (Raúl Gorrín)
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