Por Raúl Gorrín. Ya hemos explicado con
anterioridad qué es el coaching y su importancia, pero hoy queremos hacer
referencia a su valor estratégico para los departamentos o encargados de
recursos humanos en una época en la que es imprescindible, debido a la
globalización, el renovarse constantemente para hacer frente a la competencia
empresarial.
Los
colaboradores son el principal activo con el que se cuenta y a ellos hay que
permanentemente atenderlos y ayudarlos a evolucionar en estos tiempos
vertiginosos.
El
coaching de seguro será una herramienta invaluable para todo gestor de recursos
humanos, pues en el campo laboral esta herramienta brinda la oportunidad de
contribuir en el desarrollo de las aptitudes, actitudes y habilidades de
quienes se desempeñan en un negocio o emprendimiento.
El
coaching ayuda a estimular la autoestima, a la vez que ayuda en el crecimiento
personal y en la optimización del desempeño de las tareas y funciones
asignadas.
El uso del
coaching en las empresas modernas permite el fomento de un clima de trabajo
participativo, abierto, transparente y fraterno. Igualmente crea una cultura de
trabajo sustentada en la colaboración, la solidaridad y la visión común sobre
los asuntos y problemas.
El
coaching permite conformar equipos de alto rendimiento, ayuda a las
comunicaciones, incentiva el desarrollo de las habilidades y destrezas, así
como de las competencias.
El
coaching entrena en el manejo de los nuevos tiempos y los cambios y transformaciones
que estos conllevan.
El
gerente, director o encargado de recursos humanos tiene el compromiso de dejar
el viejo esquema por el cual se regía el oficio para transformarse en un
entrenador permanente, en un coach, una tarea en la que también están
comprometidos los ejecutivos de toda empresa o emprendimiento.
Los coach
deben poseer una buena preparación. Cerciórese de esto al momento de
contratarlos.
Deberán
entrenar, en primer lugar, a la plantilla de ejecutivos a objeto de
convertirlos en agentes multiplicadores.
Los coach
deben aprender a manejar técnicas de educación de adultos y poseer capacidades
para el manejo de las relaciones interpersonales. Deben ser personas dispuestas
a escuchar, ser maduras, integras y empáticas.
Debe
imperar la ética en la actividad del coaching y los líderes de recursos humanos
deben ser vigilantes de esto.
El
encargado de recursos humanos debe realizar una tarea minuciosa a la hora de
seleccionar a los coach adecuados y debidamente preparados para ejecutar tan
importante y delicada labor. Por tanto no se debe escatimar el tiempo dedicado
a esto ni ser egoístas en la aplicación de entrevistas e interacción con los
candidatos.
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