No es fácil determinar a simple vista cual es la clave del éxito dentro de una empresa o más aun en un consorcio empresarial, cuando sabemos de la complejidad y de los múltiples factores que inciden en su desarrollo.
Pero basándome en mi experiencia puedo afirmar que la clave de nuestro éxito ha sido creer en la gente, apoyar sus potencialidades y motivarlos a dar lo mejor de sí en su desempeño diario.
Pudiera parecer una respuesta insignificante pero la verdad es que tiene su fundamento en el humanismo empresarial que coloca en primer término al individuo en todas sus dimensiones y que se contrapone a ese tipo de capitalismo que privilegia la mayor rentabilidad por encima de cualquier otro interés.
Después de todo, es el talento humano el mayor recurso para alcanzar el éxito y tanto nuestros productos/servicios como nuestras iniciativas de compromiso social se enfocan en satisfacer y mejorar la calidad de vida de nuestro público interno y externo más allá de nuestros clientes.
Recordemos que las empresas humanistas, al igual que el pensamiento humanista que predominó durante los siglos XIV al XVI, adoptan un paradigma donde la visión y los valores colocan a las personas como el centro del universo. Se trata entonces de un resurgir que corresponde a esta sociedad de la información y que lejos de ser una moda constituye la tendencia organizacional que más se adecúa a las particularidades de nuestro tiempo.
El emprendimiento y el liderazgo humanista se enfocan en atender las necesidades y aspiraciones de sus colaboradores, al tiempo que trabaja intensamente en motivarlos e incentivarlos como seres inteligentes para que dirijan sus esfuerzos hacia el logro de las metas empresariales así como sus propias metas personales y profesionales.
Esa preocupación por la gente se extiende hacia el resto de la comunidad, ejecutando de manera eficiente y sostenible programas que tengan un verdadero impacto social, ya que entre sus preceptos está la de impulsar más oportunidades para el desarrollo sostenible y para una mejor distribución de la riqueza.
Cada vez son más los empresarios que nos sentimos estimulados en convertir la misión de su empresa en una opción y una solución para el bienestar social. Por eso no dudo en afirmar que siempre será un éxito pensar y actuar a favor de nuestra gente.
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