Esperanza,
ilusión, euforia, orgullo. Una explosión de emociones de júbilo asaltó a
gran parte de los venezolanos una vez
que la Vinotinto marcara un record en su historial al clasificarse a la final
del Mundial sub-20 que se celebra en la República de Corea.
Este
regocijo en medio de la turbulencia nos reconforta, nos llena de fe en nuestra
gente y en lo que somos capaces de lograr en equipo con preparación,
disciplina, constancia y enfocados hacia el logro de nuestros objetivos.
No es
casualidad que en el Grupo Gorrín apoyamos el quehacer deportivo y exaltamos
ese espíritu de competencia y esa determinación de triunfar más allá de las
adversidades a base de esfuerzo y tesón, ese deseo de dejar en alto nuestro
tricolor y de servir de ejemplo para que las nuevas generaciones rompan
esquemas y generen los cambios que actualmente reclama el país.
"Toda
la gloria para Dios, hoy nos ha dado la fuerza y la sabiduría para pasar a la
final y regalarle esta inmensa alegría
a nuestro país", así lo manifestó el director técnico Rafael
Dudamel a través de su cuenta en Twitter, junto con el agradecimiento a esa fiel y ferviente
fanaticada que los ha acompañado en todos sus altibajos hasta hoy, para
saborear juntos el éxito hasta ahora alcanzado.
Venezuela
es tierra de triunfadores. No importa lo oscura que pueda parecer la noche o el
tamaño del compromiso. Saldremos adelante y fortalecidos para crear juntos el
país que todos nos merecemos. Gracias Vinotinto por tantas sonrisas.
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